El domingo conocí a mi burra

Pues sí, el domingo nos levantamos temprano y nos pusimos camino a Tres Cantos para conocer a Choni.
La verdad es que fue un poco desastroso, pero me encantó la visita.
Llegamos allí y la puerta estaba cerrada, había dos familias más esperando, pero nadie nos abría y ya era la hora de las visitas, así es que nos quedamos esperando. Por fin Rafa llamó para ver qué pasaba, y es que habían tenido que salir de urgencias con una burra, por lo que no había nadie. Nos indicaron cómo abrir la puerta y entramos.
Los burros estaban encerrados, así es que sólo los podíamos tocar por la reja, les dimos algunas zanahorias y lo pasamos bien.
Yo tuve un accidente, porque un burro me mordió un dedo y ahora no lo puedo casi ni mover, no solo me lo mordió, sino que me lo masticó.

La verdad es que sufrí momentos de pánico cuando soltaron a los burros, porque había unos burros blancos muy grandes que querían las zanahorias que tenía en la bolsa y vinieron a por mí y me golpeaban con los hocicos en la cabeza para que les diera zanahorias, así es que al final le di la bolsa a Rafa y que él se apañase.

Me gustó mucho cuando ya estaban tranquilos, porque tenía pánico a los burros blancos, eran grandísimos y yo, después del bocado que me dieron pensé que me iban a comer todos los burros la mano entera si no tenía suficientes zanahorias.

Si alguien quiere, puede venir algún día con nosotros, no os arrepentiréis. Eso sí, os recomiendo que no os acerquéis mucho a los burros blancos.