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Einstein... la persona


Albert Einstein es desde luego uno de los científicos mas conocidos del siglo veinte, y su cara es mas que conocida entre todos nosotros, pero, ¿qué sabemos de Einstein como persona? tampoco muchas cosas, y bueno, a quien mas y a quien menos nos gusta un poco saber los entresijos de las personas.

He intentado recopilar algo de información sobre la vida privada de Einstein para conocer un poco más a la persona y no al científico.

SU INFANCIA Y EDUCACIÓN
Nació en Ulm el 14 de Marzo de 1879 y fue el primer hijo de Hermann Einstein y de Pauline Koch, judíos ambos, cuyas familias procedían de Suabia. Al siguiente año se trasladaron a Munich, en donde el padre se estableció, junto con su hermano Jakob, como comerciante en las novedades electrotécnicas de la época.

Einstein tuvo un desarrollo intelectual bastante lento (se dice que era disléxico), vamos que no fue el cerebrito que todos habíamos pensado que era de pequeño. Él llegó a decir que ese desarrollo lento fue el que hizo que creara la ley de la relatividad. Era tímido y retraído, recibió conocimientos de álgebra por parte de su tío quien le decía "...cuando el animal que estamos cazando no puede ser apresado lo llamamos temporalmente "x" y continuamos la cacería hasta que lo echamos en nuestro morral".

Debido a las clases que su madre le impartía cuando era niño tenía una gran afición, tocar el violín. Cada vez que viajaba para realizar conferencias iba cargado con la maleta de su violín.

Otro de sus tíos hizo que se interesase por la ciencia proporcionándole libros. Debido a estos libros de ciencia Einstein tuvo algunas dudas en relación a los planteamientos de la religión.

Tenía un pensamiento libre y desafiante en el instituto. Esto llevó a que un día uno de sus profesores le dijera: "tu sola presencia mina el respeto que me debe la clase". Otro le dijo que nunca llegaría a nada.

En 1894, las dificultades económicas hicieron que la familia (aumentada desde 1881, por el nacimiento de una hija, Maya) se trasladara a Milán.


Dejó el bachillerato y se fue a Italia con su familia. La familia de Albert Einstein intentó que éste ingresara en el Instituto Politécnico de Zurich, al no tener el título de bachiller, fue rechazado, pero el director del instituto quedó impresionado por sus resultados en las pruebas de ciencias y le animó a terminar el bachillerato para poder acceder al politécnico. En 1896 a la edad de 16 años, acabó el bachillerato e ingresó la Eidgenossische Technische Hochschule de Zurich, dentro de la Escuela de orientación matemática y científica, con la idea de estudiar física.

SUS PRIMEROS TRABAJOS
Cuando se graduó su familia dejó de pasarle la asignación mensual y tuvo que buscarse trabajo. No tenía recomendaciones, tuvo que trabajar como profesor de clases particulares. Después tuvo dos años de trabajos temporales, Albert Einstein se volvió a beneficiar de la amistad de Marcel Grossmann, a quién había conocido en sus tiempos de estudiantes del Instituto Politécnico de Zurich, que por aquel entonces estaba enseñando matemáticas.

Según distintas fuentes, aproximadamente en 1902, Einstein, comenzó a trabajar en la Oficina Confederal de la Propiedad Intelectual de Berna y según otras dos fuentes comenzó a trabajar en la oficina de patentes y marcas de Berna. Trabajó allí aproximadamente hasta 1909. Como podéis ver era un trabajador normal y corriente en una empresa normal y corriente, nada de estar encerrado en un cuarto intentando probar todas sus teorías.

Albert Einstein trabajaba en ciencias o invitaba a algunos amigos a su apartamento para hablar de física, filosofía y literatura. Estas reuniones solían ser animadas y ruidosas duraban hasta altas horas de la noche, ante la irritación de sus vecinos. Aunque Albert Einstein era más bien un hombre solitario, la oportunidad de desarrollar ideas y probarlas sobre los agudos intelectos de sus amigos era valiosísima.

SUS DOS MATRIMONIOS
En 1903, una vez había acabado sus estudios y obtenido la nacionalidad suiza, se casó con Mileva Maric, antigua compañera de estudios en Zurich, con quien tuvo dos hijos: Hans Albert y Eduard, nacidos respectivamente en 1904 y en 1910.

Decía de Mileva que era "una persona que es mi igual y tan fuerte e independiente como yo". Abram Joffe, en su biografía de Einstein, dice que durante este periodo fue ayudado en sus investigaciones por Mileva. Esto se contradice con otros biógrafos como Ronald W. Clark, quien sostiene que la pareja llevaba una relación distante que le proporcionaba a Albert Einstein la soledad que su trabajo requería.

El 14 de febrero de 1919 se divorció de Mileva Maric y el 2 de junio de 1919 se casó con una prima suya, Elsa Loewenthal, cuyo apellido de soltera era Einstein: Loewenthal era el apellido de su primer marido, Max Loewenthal. Elsa era tres años mayor que Albert Einstein y le había cuidado tras sufrir una crisis nerviosa combinada con problemas del sistema digestivo. Einstein y Elsa no tuvieron hijos. El destino de la hija de Albert y Mileva, Lieserl, nacida antes de que sus padres se casaran o encontraran trabajo, es desconocido. Algunos piensan que murió en la infancia y otros afirman que fue entregada en adopción. De sus dos hijos el segundo, Eduard, sufría esquizofrenia y fue internado durante largos años muriendo en una institución mental. El primero, Hans Albert, se mudó a California donde llegó a ser profesor universitario aunque con poca interacción con su padre.

Con el comienzo de la Primera Guerra Mundial se tuvo que separar de su familia, por entonces de vacaciones en Suiza y que ya no volvió a reunirse con él.

ANTES DE LA GUERRA
En 1914, justo antes de la Primera Guerra Mundial, Einstein se estableció en Berlín y fue escogido miembro de la Academia Prusiana de Ciencias y director del Instituto de Física Káiser Wilhelm. Su pacifismo y actividades políticas pero, especialmente, sus orígenes judíos, irritaban a los nacionalistas alemanes.

A partir de 1933, cuando Hitler entró al poder, tuvo que renunciar a la ciudadanía alemana y se fue a vivir a Estados Unidos, donde pasó sus últimos 25 años de vida. Se nacionalizó Estadounidense en 1940.

Einstein dijo una vez que la política poseía un valor pasajero, mientras que una ecuación valía para toda la eternidad. En 1939, convencido de la posibilidad de que los alemanes estuvieran en condiciones de fabricar una bomba atómica, se dirigió al presidente Roosevelt instándole a emprender un programa de investigación sobre la energía atómica.

Después de las explosiones de Hiroshima y Nagasaki, se unió a los científicos que buscaban la manera de impedir el uso futuro de la bomba y propuso la formación de un gobierno mundial a partir del embrión constituido por las Naciones Unidas.

LA FAMA Y ALBERT EINSTEIN
Albert Einstein era probablemente el científico más famoso del mundo, una gran leyenda en su época de vida, y desde luego después de su muerte. Albert Einstein era genuinamente un hombre muy modesto que huía de la fama y de la autoridad, y siempre se quejaba de que la fama y la autoridad era su destino.

Albert Einstein dijo: "cuanto más famoso me convierto, más tonto me siento."

EINSTEIN Y LA RELIGIÓN
Después de vivir dos guerras mundiales, Albert Einstein se mostró un gran escepticismo en cuanto a las cualidades del hombre: "Sólo dos cosas son infinitas, el universo y la estupidez humana, y no estoy seguro de lo primero."

Su actitud racionalista, pero no atea, se ve reflejada en la siguiente cita: "Creo en el Dios de Spinoza, que se revela en la armonía de las cosas, pero no en un Dios que esté interesado en el destino individual de cada individuo."

Su afán incansable y no comprometido por alcanzar un mínimo de comprensión del universo fue una constante en su vida: "Quisiera saber cómo Dios creó el mundo. No estoy interesado en fenómenos específicos, ni en el espectro de un elemento químico. Quiero conocer Sus pensamientos, lo demás es detalle."

EL PACIFISTA
Einstein rechazó el ofrecimiento de ser presidente de Israel diciendo "Estoy profundamente conmovido por el ofrecimiento del Estado de Israel y a la vez tan entristecido que me es imposible aceptarlo". En sus últimos años fue un pacifista convencido y se dedicó al establecimiento de un utópico Gobierno Mundial que permitiría a las naciones trabajar juntas y abolir la guerra.


Fuentes: http://www.biografiasyvidas.com/monografia/einstein/
http://www.vidasdefuego.com/biografia-albert-einstein.htm

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen trabajo, siempre es agradable recordar a Einstein. De todas formas, aunque al Dios de Spinoza no le importe demasiado, al MEV (que es el verdadero) le gustaría que se corrigiese esto: "...cuanto EN más famoso me convierto...". Gracias de su parte.

Bego dijo...

Me alegro que te haya gustado y espero que hayas descubierto cosas nuevas.
En cuanto a lo de "...cuanto EN más famoso me convierto..." está escrito correctamente "cuanto mas famoso me convierto..." podrás leer por qué en este post

Anónimo dijo...

Hola Bego, muchas gracias por la respuesta, pero temo que deberías enmendalla.

El post enlazado (lo del "contra más"), no tiene que ver con esto.

Uno no se puede "convertir famoso". Se debe "convertir EN famoso". Deberías sustituir "convierto" por "torno" o "vuelvo", si quieres prescindir de la preposición.

Si buscas "cuanto en más" o "cuanto en menos" en Google Books podrás encontrar infinidad de ejemplos de su uso en la obra de muy diversos autores, de Tirso de Molina a Unamuno, pasando por Lope de Vega, Azaña o San Juan de la Cruz, entre otros muchos.

No dejemos al gran maestro sin su preposición. Su presencia es inexcusable.

Bego dijo...

Creo que he descubierto cuál es el problema.
No sé si hablas español de España o de sudamérica.
Buscando información sobre el "Contra en más" he visto que en las webs que son de Chile, Argentina y similares se dice.

Pero en las webs españolas no se dice, por eso yo no lo conozco. Lo he leído en libros como los que mencionas en mi época de estudiante, pero eso se considera castellano antiguo que no tiene nada que ver con el que se habla ahora mismo.

Así es que, después de esto, creo que las dos formas de decirlo son correctas.

Anónimo dijo...

Hola de nuevo, Bego. Lamento ser tan pesado, pero debo insistir en que lo del "contra" no tiene que ver con el caso que nos ocupa. Es obvio que no puede sustituir a "cuanto", razón por la cual yo jamás propugnaría su uso, ni en este contexto ni en ningún otro.

El problema radica en la susodicha preposición "EN", que has omitido pese a resultar imprescindible.

Por cierto, ni tengo el gusto de ser americano ni Azaña ni Unamuno (por volver a citar a estos autores), escribían en castellano antiguo. Ése no es el problema. Por favor, consúltaselo a alguien que consideres competente en la materia, porque mucho me temo, Lázaro, que "engañado te has".

A pesar de nuestra pequeña discrepancia, quiero felicitarte de nuevo por tu trabajo. Tenéis una página muy entretenida, aunque, personalmente, echo en falta algún artículo hagiográfico sobre Su Tallarinesca Deidad el Monstruo Espagueti Volador. O del Unicornio Rosa Invisible, en su defecto.